Las mejores empresas han construido un entorno de trabajo envidiable por los hábitos que practican a diario. No existe una respuesta perfecta sobre cómo convertirse en una de esas empresas en las que las personas realmente quieren trabajar; sin embargo, estas empresas tienen características y prácticas comunes de las que se puede aprender y aplicar en los negocios propios.
Tienen un Propósito
El establecimiento de objetivos es una necesidad absoluta para cualquier negocio que quiera tener éxito. Todos esos objetivos deben servir al propósito general de su empresa, o tener un propósito detrás de ellos, y la mayoría del personal de su organización debe saber exactamente cuál es ese propósito.
Están mejorando constantemente su oferta
Las empresas que llegan a ser excelentes son las que ponen la innovación en la parte superior de la lista de tareas pendientes en todo momento. Y no es solo la mejora de lo existente, sino la introducción regular de productos y servicios complementarios.
Mantienen a sus empleados satisfechos
Estas empresas atienden a sus empleados con beneficios como atención médica en el lugar, guardería, bajas por maternidad y paternidad, ligas deportivas de compañeros e incluso pausas de ocio permitidas. En este caso, una relación de confianza entre la empresa y los empleados es clave.
Se comunican eficazmente con los colaboradores
Los colaboradores quieren sentir una conexión con la empresa en la que trabajan. Las mejores empresas escuchan activamente las preocupaciones y sugerencias de los empleados. Cuando las comunicaciones abiertas son bienvenidas, los empleados interactuarán mejor con la empresa, sus compañeros de trabajo e incluso los clientes.
